El futuro taurino en los pueblos
Foto: Festejo celebrado en 2012 en La Iglesuela (Toledo) por José Hurtado (blog Torerías del Chelin)
Desde principios del siglo pasado, la organización y gestión de los festejos taurinos celebrados en las fiestas patronales de los distintos pueblos de España se realizaban mayoritariamente por parte de los ayuntamientos o comisiones de festejos.
A principios del siglo XXI con el boom del ladrillo el mundo del toro tambien contrajo su particular boom. Hubo localidades que aumentaron considerablemente el número de festejos aún sabiendo que estaban muy por encima de sus posibilidades y otras que quiseron subir un peldaño más optando por la celebración de corridas de toros, todo ello vino propiciado por la buena marcha económica que atravesaba el país y por una telaraña de nuevos ganaderos, apoderados y empresarios que regalaban los oídos a los distintos concejales de festejos.
Al igual que la burbuja inmobiliaria, la burbuja taurina tambien explotó, y los pueblos que tradicionalmente realizaban sus novilladas con y sin picadores con sus respectivos encierros de acuerdo a la tradición taurina en cada uno de ellos se declinaron sólo por la celebración de festejos populares, para en cierta medida y dado su bajo coste no erradicar la parte taurina en sus fiestas patronales, pero en otras muchas localidades debido al recorte presupuestario destinado a sus fiestas sí prescindieron totalmente de los festejos taurinos acabando así con una tradición que en algunos casos se remontaba siglos atrás.
Con respecto a la provincia de Toledo y concretamente a la comarca de La Sagra, hubo localidades como Yuncos que en la década de los 90 tuvo un ambiente espectacular dentro de las novilladas sin picadores, vio como en el 2007 se celebraban 2 corridas de toros y que en los años posteriores sólo se celebraron festejos populares (mención aparte del festejo del 'toro enmaromado') hasta que diez años despues se ha celebrado de nuevo un festejo en el que los actuantes iban vestidos de luces. De igual suerte corrió la vecina Numancia de La Sagra, que de tener un abono a un precio muy asequible de hasta 5 festejos para los socios de la Peña Taurina que se encargaba de organizar y gestionar los eventos taurinos, tuvo un apagón taurómaco en los años posteriores al 2008, teniendo que esperar hasta el año 2014 para celebrarse algunos esporádicos festejos populares. Estos son algunos ejemplos que se pueden extrapolar a Cobeja, Pantoja, Alameda de La Sagra, Yeles, Esquivias, Carranque, Recas, etc... el escenario vivido en los últimos años en la mayoría de estos pueblos de la provincia de Toledo se asemeja mucho también a lo ocurrido en diferentes provincias de España por lo que la situación es cuanto menos preocupante.
Pero no todos los pueblos sucumbieron a los cantos de sirena de los euros ladrilleros, hubo algunos como Casarrubios del Monte que siguieron celebrando sus festejos taurinos acorde a su tradición y filosofía taurina, y entre muchos otros tambien Santa Cruz de Retamar, Cuerva y Fuensalida. En los micrófonos de 'Clarines y Timbales' distintas personalidades de cada uno de estos pueblos contaron cómo siguieron fielmente los gustos taurinos de sus ciudadanos y cómo se formaliza su labor organizativa.
Entrevista a D. Lucio Recio, concejal de festejos del Ayuntamiento de Santa Cruz de Retamar.
Entrevista a D. Juan Ignacio Cristina, presidente de la Peña Taurina "El Trincherazo" de Cuerva
Entrevista a D. Carlos Álvarez, concejal de festejos del Ayuntamiento de Fuensalida
Los tres coincidieron de que la base de la tauromaquia debe establecerse en los pueblos y dada la Ley 18/2013 del 12 de noviembre en la que regula la Tauromaquia como patrimonio cultural es obligación de las administraciones públicas incuirla dentro de los actos festivos patronales, fuera aparte del gasto que conlleva su celebración, ya que de igual manera se podía cuestionar los de los fuegos artificiales o las actuaciones musicales.
Por lo tanto, para garantizar el futuro de la fiesta de los toros la organización de los espectáculos pasa por realizarse desde la gestión pública, ya que teniendo una cierta involucración del aficionado en la organización de sus festejos taurinos aumenta el arraigo popular y social en la localidad pasando el legado de la Tauromaquia de padres a hijos.
